Joel Aliaz (20)

Barrio Curita, José León Suárez

“Dejé el secundario varias veces para trabajar”

Joel Aliaz (20)

Barrio Curita, José León Suárez

● En la casa de Joel el techo lo comparten ocho personas. Va al Taller Escuela María Asunción Guglielmi (Temag), del movimiento Fe y Alegría, en San Martín. Tuvo que dejar el secundario varias veces para ayudar en la economía familiar, pero hoy está en el último año. Trabajó como sodero y actualmente da una mano en un emprendimiento hogareño de venta de pan casero.
¿Cuáles son las mayores dificultades que tenés para estudiar? Mi papá hace changas y vivimos el día a día. Dejé y volví al secundario varias veces para trabajar. Además, tengo que ayudar a mi mamá con mis hermanas. En casa pusimos Internet hace dos meses, pero por problemas técnicos ahora no tenemos. Computadora tampoco, así que uso el celular para hacer las tareas. A mi hermanita la ayudo a estudiar y también a mis primas y a la hermanita de mi cuñada. Me pasa que me aboco mucho a los demás y a veces pienso: ‘¿Y a vos quién te ayuda?’. Tengo a mi mejor amiga, Daiana, que es mamá y vive a cuatro cuadras y nos ayudamos con las tareas, pero ella también tiene que ocuparse de sus cosas.
¿Qué apoyos recibiste para sostener tu escolaridad? Cuando me cambié al colegio al que voy ahora me quise quedar, porque vi que tenía posibilidades que antes no había tenido. Los profesores son muy empáticos, te exigen pero están todo el tiempo presentes. Entienden tu situación y si uno necesita ayuda, siempre están ahí. Hoy tengo una mirada hacia el futuro: quiero ser psicólogo o kinesiólogo.

Juliana Moreno (15)

Niogasta, Tucumán

“Camino unos 10 kilómetros para cargar mi tablet”

Juliana Moreno (15)

Niogasta, Tucumán

● Va a 4º año de la Escuela Secundaria de Niogasta, una localidad rural en el departamento de Simoca, al sur de Tucumán. En su casa, donde vive con su mamá y sus hermanas, no hay Internet, celular ni computadora. En 2019, cuando Minkai comenzó a trabajar en Niogasta, se convirtió en una de sus becadas. Gracias al dinero de la beca, hace unas semanas pudo comprarse una tablet, que se convirtió en la herramienta fundamental para estudiar durante la cuarentena.
¿Cuáles son las mayores dificultades que tenés para estudiar? La mayor dificultad es cuando se me acaba la recarga del crédito de Internet para mi tablet y me atraso con las actividades. Para cargar el crédito y poder tener Internet tengo que ir hasta el pueblo de Monteagudo, que queda a unos 10 kilómetros. Generalmente, voy caminando. Cuando tengo señal de Internet, me comunico con mis compañeros y docentes por un grupo de WhatsApp desde mi tablet. Allí me mandan las actividad y por privado mando fotos de mis trabajos.
¿Qué apoyos recibiste para sostener tu escolaridad? Antes de tener la tablet, la escuela me traía fotocopias para que pueda leer el material que les llegaba a mis compañeros a través de sus celulares, además le pedía a la preceptora o a la directora que envíen fotos de mis actividades realizadas a los distintos profesores. Por otro lado, formar parte del programa del Minkai de becas para mí es muy importante, me brinda un espacio de confianza y me motiva a seguir estudiando a pesar de todas las dificultades. Voy a ser la primera en mi familia en terminar el secundario.

Abril Díaz (22)

Talar de Pacheco, Buenos Aires

“Soy mamá y me cuesta el triple concentrarme”

Abril Díaz (22)

Talar de Pacheco, Buenos Aires

● Está en el último año de la escuela Temag y es mamá de Oseías, de dos años. Cuando tenía 16, dejó el secundario para ayudar a su mamá a cuidar a su hermanito y trabajar. Trabajó principalmente como moza en casas de comidas, bares y eventos. Hoy sueña con recibirse.
¿Cuáles son las mayores dificultades que tenés para estudiar? En cuarentena, me cuesta el triple concentrarme. Soy una persona insegura y necesito del apoyo del profesor, que esté ahí. La tecnología ayuda, pero no lo es mismo tenerlo frente a frente. Vivo con mi mamá, mi hermanito de 9 años y mi hijo en Pacheco, pero antes vivíamos en La Cárcova, José León Suárez. Trabajaba en un bar pero con la pandemia, me quedé sin laburo. Entonces, empecé a cuidar a una señora mayor, pero me trataban mal. Ahora con mi mamá intentamos vender cosas, como alfombras de totora, para poder salir adelante. Fue un golpe fuerte dejar de trabajar. El celu me anda más o menos y wifi también, pero trato de conectarme igual para hacer las tareas. Computadora no tengo.
¿Qué apoyos recibiste para sostener tu escolaridad? Desde la escuela los profesores me acompañan muchísimo. Cuando no me anda wifi, me cargan crédito en el celular para que pueda conectarme. Siempre me apoyaron. Antes de la cuarentena, por ejemplo, llevaba a mi hijo a la escuela cuando mi mamá no podía cuidarlo y me ayudaban los profesores. Me gustaría terminar el secundario y tener un título para el día de mañana poder trabajar de lo que a mí me gusta: quisiera ser profesora para chicos con discapacidad.

Axel Torres (15)

Berazategui, Buenos Aires

"Me resulta difícil comprender varias de las consignas"

Axel Torres (15)

Berazategui, Buenos Aires

● Cursa 4º año en la Escuela Secundaria Nº 14 Dr. Tristán Achával. Para conectarse a las clases virtuales tiene que usar el celular de su mamá, que es peluquera, cuando ella no está trabajando; o la computadora de su hermano, que estudia periodismo deportivo y también la necesita. Más allá de las dificultades para conectarse, para este joven es un desafío comprender muchas de las consignas de forma virtual, sin el acompañamiento “cara a cara” de sus profesores.
¿Cuáles son las mayores dificultades que tenés para estudiar? Al principio fue difícil conectarme, porque los profesores se manejaban mucho por Facebook y yo no uso. Además, hay varias materias que me cuestan y se me hace difícil entenderlas por las clases virtuales, como matemática y física. A veces necesito ayuda y mi mamá no puede darme una mano y se pone mal, porque no entiende mucho. Mi hermano mayor está centrando en lo de él y tampoco puede ayudarme.
¿Qué apoyos recibiste para sostener tu escolaridad? Desde hace dos años estoy becado por Cimientos. Cuando me dieron la beca, me sorprendió, porque nunca fui de los alumnos con mejor rendimiento. Mi tutor, Juan Palma, me ayudó a mejorar mis herramientas de trabajo, a organizar los tiempos, a ponerme nuevos propósitos y cumplirlos. En primer año estuve en riesgo de repetir, pero él me acompañó y de a poco le fui agarrando la mano. Durante la cuarentena, estamos en contacto permanentemente. Tengo compañeros que han dejado el colegio, pero yo le meto pilas. Sé que me va a hacer bien para un futuro. Me gustaría hacer el profesorado en educación física.