Zoe Verón
Como responsable del área jurídica del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), considera que los refugios son una medida extraordinaria que responde a una situación de emergencia; sin embargo, por sus características, cree que no deben convertirse en espacios donde las mujeres permanezcan durante mucho tiempo.
¿Cuáles son los principales desafíos para acompañar a estas mujeres?
● “Luego del paso por los refugios se deberían activar un montón de mecanismos y políticas públicas para que puedan volver de a poco a su vida. La respuesta del Estado debe ser integral y responder a las particularidades de cada familia, contando con un abanico de opciones para atender a las diferentes situaciones: si esa mujer necesita servicios de cuidado, terminar la escuela o aprender un oficio para salir al mercado laboral, por ejemplo”.
● “Creemos que una política pública para que sea efectiva debe responder a una realidad y a datos concretos. Si los números de femicidios o las tazas de violencia son más fuertes en una región que en otra, una entendería que en la misma debería haber, por ejemplo, medidas de resguardo como refugios, que es una respuesta inmediata para esa mujer cuya vida está en peligro. Los femicidios son el último eslabón de una cadena tremenda de violaciones de derechos”.
Ada Rico
Para la presidenta de la Asociación Civil La Casa del Encuentro, sería clave que las mujeres víctimas de violencia y en situación de mayor vulnerabilidad, cuenten con un subsidio económico sostenido por el término de tres años para empezar a proyectar su autonomía económica.
¿Cuáles son los principales desafíos para acompañar a estas mujeres?
● “Desde La Casa del Encuentro estamos trabajando en un proyecto de ley para que haya un apoyo económico para mujeres víctimas de violencia. Se otorgaría teniendo en cuenta una serie de factores: desde la cantidad de hijos e hijas que tienen a su cargo, hasta cuáles son las redes con las que cuenta y en qué instancia del proceso legal está. La autonomía económica es fundamental, porque uno a veces dice ‘que se vaya de la casa y listo’. ¿Pero qué hace, a dónde va?”.
● “Otro factor clave para trabajar es el acompañamiento desde la Justicia: muchas mujeres no avanzan en las denuncias porque sienten que no las protegen, y eso es fundamental, porque con la denuncia no termina todo, sino que empieza un proceso burocrático donde tienen que estar muy fortalecidas, contando con patrocinio jurídico gratuito para poder continuar. La atención a las víctimas de violencia debe pensarse de manera integral, no como algo aislado, y el Poder Judicial tiene un papel preponderante”.
Raquel Asensio
Es la coordinadora de la Comisión sobre Temáticas de Género de la Defensoría General de la Nación, que brinda un servicio especializado para víctimas de violencia de género en situación de crisis, interviniendo para conseguir las medidas de protección que necesitan.
¿Cuáles son los principales desafíos para acompañar a estas mujeres?
● “A muchas asistidas de la Defensoría que están en situación de riesgo alto o altísimo les ofrecemos ir al refugio y nos dicen que no porque ya lo conocen: lo viven como un sistema casi carcelario. Entonces, si bien es una media de seguridad que el Estado tiene que proveer, lo cierto es que es vivido con cierta injusticia por parte de las mujeres que dicen ‘él es violento y yo termino presa’. Los hogares o casas de medio camino son dispositivos para casos de riesgo medio, a veces es el recorrido que hacen las mujeres cuando salen del refugio, donde el sistema es más relajado. Aunque no nos pasó de no conseguir vacante en un refugio, sí hacen falta más hogares y casas de medio camino”.
● “Una crítica que hacemos a estos dispositivos es que dejan afuera a muchas personas por los requisitos del ingreso: por ejemplo, que no pueden entrar con varones de 12 o 14 años. Las respuestas ahí tienen que ser artesanales y nosotras lo conseguimos con acompañamiento profesional. Además, en materia de solución habitacional, vemos importantes carencias: muchas mujeres lo ven como gran obstáculo para salir de la situación de violencia”.
María Fernanda Rodríguez
Como parte del Plan Nacional de Acción para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, desde el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de La Nación se distribuyeron 699 dispositivos duales para monitorear en todo el país el cumplimiento de las medidas cautelares.
¿Cuáles son los principales desafíos para acompañar a estas mujeres?
● “Los dispositivos duales permiten aumentar la protección de las mujeres y que puedan retomar su vida con más normalidad. A través de un mecanismo de geolocalización se le activa a la mujer una alarma en caso de que se detecte la proximidad de la otra persona que trae la tobillera consigo. Logramos hacer un trabajo conjunto tanto las provincias como la Nación, ya hay 18 jurisdicciones que adhirieron al plan y 15 que implementaron los dispositivos. Se pusieron en funcionamiento 17 centros de monitoreo”.
● “El balance es muy positivo: hubo 600 implementaciones y 60 violaciones a restricciones de acercamiento contenidas. El objetivo del ministerio para este año es que todas las provincias se sumen (faltan Formosa, San Luis, Catamarca, Chaco, Corrientes y Santiago del Estero), y distribuir, al menos, 900 dispositivos”.
Guadalupe Tagliaferri
Para la ministra de Desarrollo Humano y Hábitat de la ciudad de Buenos Aires, es prioritario acompañar a las mujeres que dejan sus casas huyendo de la violencia para que puedan reconstruir su vida.
¿Cuáles son los principales desafíos para acompañar a estas mujeres?
● “El refugio es un lugar pensado para que las mujeres estén un tiempo corto, ya que es una medida extraordinaria para las que están en situación de alto riesgo, y los chicos por ejemplo no pueden ir a la escuela, sino que tienen clases dentro del refugio. Si la mujer está ‘armada’ y vemos que la policía sacó con la orden del juez al violento de la casa, hizo prohibición de acercamiento y exclusión del hogar, vuelve a su domicilio con sus hijos. En otros casos, va a la casa de medio camino. La Ciudad cuenta con un refugio, dos casas de medio camino y un hogar para madres adolescentes y sus hijos e hijas”.
● “El año pasado en el refugio pasaron 200 mujeres y este año vamos 50. Hoy el desafío sigue siendo que cada vez más mujeres se animen a denunciar: creen que se lo merecen, que no hay salida, que así es, que no pueden hacer nada, que no son lo suficientemente libres”.
Francisco Mones Ruiz
El jefe de gabinete de la Secretaria de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires considera que la articulación entre los distintos municipios es fundamental para garantizar una mayor protección de las mujeres.
¿Cuáles son los principales desafíos para acompañar a estas mujeres?
● “En 2016, el gobierno bonaerense creó la Red Provincial de Hogares de Protección Integral. Este programa articula entre los distintos hogares y refugios para permitir que si las mujeres no encuentran vacante en uno dentro de su jurisdicción, puedan ser trasladadas a otra. Hoy esa red cuenta con 47 hogares en distintos municipios –hay siete que están en obra y que esperamos terminar este año– y la fortalecimos con 40 subsidios por un monto que asciende a los 19.000.000 de pesos, destinado a construcción, refacción o equipamiento”.
● “Hoy más de 91 municipios cuentan con un fondo de emergencia de hasta 7500 pesos que se implementa a través de una tarjeta cuando se produce la situación de emergencia en su territorio y les permite intervenir con alimentos, medicamentos o para resolver el alojamiento para esa mujer. Además, se creó un nuevo sistema de la línea 144 para la provincia de Buenos Aires, que atiende ella misma sus llamados y pasó de 15 operadoras a tener 70: en dos años, se atendieron seis veces más llamadas de mujeres, un promedio de 600 por día”.